Recuerdo este lugar como mi primera 'excursión' de montaña. Mi padre recopilaba reportajes de la prensa local donde mostraban esos sitios de Mallorca que recomendaban su visita. Era principios de los '70 y mi padre con su Seat 600 decidió llevarnos a la familia hasta aquí. El camino estaba lleno de polvo y supongo que el coche debió sufrir de lo lindo para llegar hasta el Pla de Es Pouet. ¿Quien me iba a decir que este sería uno de mis lugares más frecuentados y que cada mañana al levantarme es lo primero que miro desde mi casa?
Por todo eso y porque es un lugar especial para todos los 'alaroners' de nacimiento o de adopción y para muchos mallorquines, desde sus 821 m. se observa gran parte de la isla y es un balcón de la Serra de Tramuntana. Se puede ver fácilmente la isla de Cabrera y, en días que la condiciones meteorológicas lo permiten, las islas de Menorca e incluso Ibiza aunque es menos probable ya que tienen que coincidir muchos factores: atmósfera limpia de nubes y muy nítida, contraluz (puesta de sol)...
La historia del 'castell roquer' más popular de la isla está llena de anécdotas y leyendas que merecen detenerse a rememorar. Recientemente un autor local ha publicado un cómic al que le ha dedicado mucho esfuerzo lo cual demuestra el amor que sus habitantes sienten por su Castell d'Alaró.
Para subir al Castell d'Alaró recomiendo hacerlo a pie si la persona tiene condiciones suficientes para ello ya que el recorrido por su camino entre 'margades' de olivar y con diferentes vistas de las paredes escarpadas del Puig d'Alaró (denominación de la montaña donde se encuentra el Castell d'Alaró y la Ermita de la Mare de Deu del Refugi) y panorámicas del pla de Mallorca es motivo suficiente para disfrutar de su entorno natural donde la flora y la fauna también tienen su papel importante en la zona.
A lo largo del camino nos encontramos diferentes lugares que si decidimos disfrutar de sus servicios los recordaremos gratamente por mucho tiempo:
Restaurante 'Es Verger', comida típica mallorquina con su especialidad en cordero al horno. Es conocido en toda la isla y muy popular entre los visitantes alemanes ya que son los que más visitan este encantador lugar.
